ENE 252015 No tiene caso invertir tiempo, esfuerzo y dinero en actividades que de antemano sabemos que no nos redituarán beneficios, por tal motivo debemos pensar muy bien nuestros objetivos, seleccionar las mejores acciones y estructurar las actividades que hagan realidad lo que se ha planeado. Para saber el alcance de nuestras metas es inevitable la avaluación, es aquí donde los resultados impulsan, detienen, pesan y sirven de guía. Hay resultados que se pueden predecir y generalmente corresponden a caminos ya recorridos, con prácticas desgastadas sustentadas por la necedad o por intereses particulares o de grupo, o también por la tradición y por la escasez de recursos creativos, es fácil saber cuando estamos en esta situación porque al final del camino al observar los resultados veremos más de lo mismo. En los próximos meses, estaremos enmedio de una intensa guerra publicitaria, por aire y por tierra los candidatos a ocupar cargos de elección popular tratarán de convencernos con su retórica, pondrán su mejor sonrisa, vestirán ropa con colores simbólicos, nos dirán lo que ya hemos escuchado, unos resaltarán acciones de gobierno, otros reprobaran resultados; estaremos envueltos entre descalificaciones y promesas, veremos nuestro entorno invadido por equipos de avanzada y promotores del voto de todos los partidos y candidatos, tocarán nuestras puertas, nos saludarán como si nos conocieran de toda la vida, buscarán convencernos para obtener resultados que favorezcan sus particulares pretensiones. ¿Estamos preparados para enfrentar esta guerra y soportar el bombardeo publicitario por todos los flancos? ¿Qué vamos a hacer? Creo que los ciudadanos llevamos mucha ventaja sobre los invasores electoreros porque hemos sentido la acción de gobiernos de todos los partidos, unos en el ámbito Federal, otros en lo Estatal y la mayoría a nivel Municipal, todos están probados, sabemos de los resultados de su acción, sus claros y sus oscuros, ya los hemos evaluado y sabemos perfectamente que la oferta partidista no será la opción, tendrá que sobreponerse la calidad humana, ética y moral del ciudadano aspirante a pesar de saber que la primera lucha de ese ciudadano con solvencia moral y con vocación de servicio será en contra de la acción y control nocivo del partido que lo postule, candidato que asuma un compromiso serio con la transformación de su entorno a través de la acción gubernamental debe disponerse a dar la batalla al interior de su agrupación partidista para sobreponer los intereses de la sociedad por sobre los intereses partidistas. La ciudadanía debe evolucionar agudizando todos sus sentidos, ha llegado el momento de rechazar a los oportunistas, a todos aquel candidato con estereotipo partidizado. Acudir a las urnas el día de la elección es la opción, nunca estaré de parte de la abstención, hoy más que nunca debemos ejercer nuestro derecho elegir a quien nos represente, votemos sí, pero con sentido y estrategia, convencidos y con razón. Romper ataduras para dejar el cautiverio en el que nos ha metido la partidocracia es el mayor reto ciudadano. Votar en completa libertad y con el compromiso con nuestra conciencia seria un buen ejercicio digno de considerar. Llegó el momento de apartarnos de visiones unidireccionales. Finalmente, los resultados ya obtenidos servirán de guía para tomar decisiones, buscar nuevas alternativas para mejorar lo que tenemos es la tarea inmediata, al paso del tiempo veremos si nuestra acción nos dio lo que buscamos, y si el resultado es adverso por no depender de nuestra acción individual, al menos nos quedará la satisfacción de habernos apartado de lo tradicional abriendo una brecha en la que al paso del tiempo puedan transitar más ciudadanos sin pagar peaje a nadie. |