NOV 282014 La mayoría de los guerrilleros, a quienes desde jóvenes les lavan el cerebro y los convencen que deben sacrificar su vida para instaurar el socialismo y terminar con el capitalismo, renunciaron a la violencia y algunos de ellos llegaron a Presidentes por la vía democrática, como pasó en Nicaragua, Salvador y Brasil. En el siglo pasado en ningún país donde se instauró el socialismo real o capitalismo de Estado por la vía democrática o violenta, mejoraron el nivel de vida de los trabajadores y de los pobres. Terminaron, como en China, Corea del Norte, Cuba, Yugoslavia, la URSS y Camboya, en dictaduras de partido o personales, que concentraron el capital en manos de los gobernantes a costa de reducir a una mínima expresión las libertades económicas y políticas. En México también los frutos de la izquierda son negativos, como es el caso del gobierno de Lázaro Cárdenas, cuyas políticas socialistas de expropiaciones en el campo, lo empobreció y generó migración de millones de mexicanos a las ciudades y a los Estados Unidos. La expropiación petrolera y ferroviaria solo creó monopolios estatales, plagados de corrupción e ineficiencia, que actualmente se reflejan en que los mexicanos pagan gasolinas más caras que donde las venden empresas privadas petroleras, como en EUA. Los gobiernos de los años 70 y 80 también son ejemplo de los resultados de las políticas de izquierda en México: macro inflaciones y devaluaciones que empobrecieron a gran parte de los mexicanos. En la mayoría de los estados donde la izquierda llegó al poder, como Michoacán, Oaxaca y Guerrero, hay más violencia y pobreza. Estos son los frutos del socialismo real en México y el mundo. |