El Layín

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OCT
16
2016
Teodoro Barajas Morelia, Mich. Algo sucede que la actividad política en nuestro país está en franca devaluación como nuestra moneda, en estos tiempos que corren cualquiera puede aspirar y ganar algún cargo público sin mayores problemas, abundan los pillos, los transas y los sinvergüenzas por doquier; la ideología no importa porque el cinismo se convirtió en coraza.
Un ejemplo de lo que escribimos lo representa un individuo llamado Hilario Ramírez Villanueva conocido como Layín, parece un personaje sacado de alguna película de Luis Estrada, si, de lo que personifica el actor y diputado Damián Alcázar, aunque en este caso no se trata de alguna ficción.
El famoso Layín es presidente municipal de San Blas, Nayarit, en el 2008 fue postulado por el Partido Acción Nacional que terminó por deslindarse del alcalde ante el desparpajo de Ramírez Villanueva quien llegó a presumir que en dicha encomienda si robó "pero poquito" porque no había muchos recursos, en todo caso sólo le dio una "rasuradita" al presupuesto.
Ramírez Villanueva volvió a ser presidente municipal como candidato independiente, le ganó a todos para regresar a la silla, no tiene ideología porque prefiere los chistoretes, no goza de una aceptable cultura general pero le fascina la fiesta y el reventón. El típico caso del populismo de aldea.
Suele hacer fiestas fastuosas a las que convida a todo el que quiera, porque no puede negar "un ruidito, un taquito y un traguito", en una de sus pachangas apareció levantando el vestido a una joven que mostró su pantaleta, Layín parecía disfrutar del momento emulando a uno de los actores del cine de sexy comedias mexicanas que fueron insufribles.
Sólo que Layín no quiere claudicar sus aspiraciones políticas, no señor, ahora piensa en superarse por eso ya levanto la mira para contender por la gubernatura de Nayarit, algunos supondrán que ahí si robaría más.
Layín no quiere ser un candidato común que se quede anclado en lo ordinario, fiel a su estilo populachero el desea hacer campaña y arrojar a la gente billetes de veinte y cincuenta pesos, para qué pronunciar discursos interminables dirá el aspirante al gobierno.
No cabe duda que nuestro país es extraño, las cosas absurdas no están lejanas, la ficción más despiadada del cine se queda corta ante la realidad descarnada que a diario motiva una narrativa pesada, la política como la concibieron los griegos no tiene parecido alguno con la actualidad porque parecen modelos encontrados.
Hilario Ramírez Villanueva buscará ser gobernador de Nayarit aunque parezca broma, y en una de esas puede ganar. Surrealismo o absurdo pero realidad.


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