| AGO 262015 No es casual un recorte presupuestal en el área deportiva. De hecho, a nadie sorprende. Por ejemplo, en estos días, una representación de la Federación Mexicana de Ciegos y Débiles Visuales se manifestó afuera de las oficinas de CONADE expresando su inconformidad por las limitaciones financieras que les han sido impuestas. Sin embargo, el hecho de que se contraiga uno de los principales ejes vertebradores del deporte nacional, que a su vez está imbricado con el sistema educativo, es una muy mala noticia que rompe con las expectativas de depositar en las próximas generaciones el futuro de la nación. Si bien hoy en día hay muy escasas posibilidades de practicar sistemáticamente algún deporte, uno de los pocos oasis lo constituye la Olimpiada Nacional, sin duda el máximo evento deportivo que organiza México para sus ciudadanos y en torno al cual hay miles de voces y de casos de éxito que exclaman que debe de proseguir y de crecer, ya que es un bastión de la política deportiva nacional y ha impedido que en muchas disciplinas deportivas, la corrupción, la omisión y el desinterés echen por tierra los esfuerzos de atletas, padres de familia y entrenadores. Debido a que la ON parte de la etapa intramuros, es decir, mediante torneos selectivos al interior de los planteles escolares, doblemente merece continuidad y crecimiento, por lo que esperemos que la restructuración sea en ese sentido y no una medida miope más que se toma en su contra, como hace un lustro cuando decidieron recortar las categorías de la misma para ahorrar dinero, el cual seguramente acabará pagando policías, cárceles y llenando bolsillos, en lugar de prevenir fortaleciendo el tejido social y la formación integral de los ciudadanos. En contrapunto, resulta positiva e interesante la modalidad de promoción que inicia la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en donde el basquetbolista profesional Gustavo Ayón anuncia conjuntamente con el rector Emilio José Baños Ardavín que el primero cursará una licenciatura en la modalidad virtual, en administración de empresas. Ese es precisamente el tipo de ejemplos que requieren poner los deportistas de élite para generar interés en replicarlos por parte de los demás atletas y por el pueblo en general. Si bien aún estamos muy distantes como nación de contar con un sistema deportivo prácticamente construido sobre universitarios, al estilo del estadounidense, nunca es tarde para lograr que nuestras principales figuras se escolaricen y con ello generen ejemplaridad. En resumen: en la promoción y articulación del deporte y la escuela tenemos hoy en México claros ejemplos de cómo sí lograrlo y cómo no equivocarse. Sus comentarios son bienvenidos en erik.aviles@gmail.com y en Twitter en @Erik_Aviles |